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miércoles, 25 de septiembre de 2019

El Espejo de la Verdad

¡Hola a todos otra vez! Hoy, presentamos:



Ficha


Autor/a: Erya
Twitter: @eryaescribe
ISBN: 978-84-9477117-2-9
Tamaño: 110x180 mm.
Número de páginas: 84 páginas.

Sinópsis


Nadie puede escapar de las revelaciones del espejo de la verdad.

«Yo soy la dioscura del este. El fuego del sol hace arder la sangre en mis venas, pero la plata de las lunas sabe hacer brillar toda mi bondad.

Los rumores dicen que mi hermana ha muerto, y el grupo de locos que los inútiles de mis hermanos dejaron escapar se ha dividido. ¿Quienes son? ¿Sus asesinos? Si creen que yo seré la siguiente, ya pueden prepararse.

Oigo doce campanadas en la lejanía... ¡Hola, noble extranjero! ¿Quieres visitar el reino de Ireen? El Espejo de la Verdad aguarda para revelarte los secretos más profundos. Asómate».

Reseña


¡Tercer capítulo de «Dioscuros»! ¡Y vaya tercer capítulo! Bufff. ¡Subimos de nivel chavales! Y a un nivel que no nos esperábamos en absoluto. La historia continúa dónde lo dejamos en el libro anterior. Poco a poco nos va contando lo que cada uno de los personajes va viviendo en su propio periplo. Una vez más, y con una maestría que únicamente Erya es capaz de transmitir, nos va profundizando en los héroes de su historia mientras nos suelta zarcillos y nos va dejando con más hype para la siguiente. ¡Porque deja hype y muuuucho!

Volvemos a vérnoslas con Cudrinn y su insoportable forma de ser. Entendedme, por insoportable quiero decir insoportable no otra cosa, no vayáis a pensar que estoy con dobles sentidos. No. En esta historia tiene momentos que son realmente para hacérselos mirar. No, en serio. Se supone que este tío tiene peso en la trama, ¿vale? Joder, a veces preferiríamos a Steve Urkel. Sabéis que no hacemos spoilers..., así que ser más explícitos nos es imposible. Confiar en nosotros. Que Dedkare lo soporte es algo que se nos antoja difícil de tragar. Atentos a cierto pasaje en una arboleda, que no tiene desperdicio. Y sin embargo...

Y ya que hablamos de Dedk..., vamos con él. ¡Adoramos a Dedkare! En serio, lo amamos con todo nuestro corazón. Es un personaje tan, tan, tan bueno que en este capítulo sube de nivel. Pero está con Cud y ambos forman un dúo que cuesta creer que vayan juntos. Mientras que Dedk es aguerrido, decidido, simpático a su manera y capaz de tomar decisiones en momentos difíciles, Cud es todo lo contrario. ¿Por qué Erya los puso juntos? ¿Dos caras de una misma moneda? Nosotros nos hacemos una idea, pero vosotros deberéis leerlo. Y la verdad, no sabemos a qué narices esperáis. Pero creernos también cuando os decimos que vais a sorprenderos, y mucho, con Dedk en este capítulo mas no es con el único personaje. 

Oione es..., ¡joder con la niña! ¡Oione en este capítulo es una caja de sorpresas! Sale poco, es verdad aunque creíamos que le daría más protagonismo al final no tuvo tanto como parecía en un principio. Hay un pasaje en particular que no debéis perderos. Bueno, dos. Porque esta cría es mucha cría y, sin duda, Erya nos guarda una sorpresa para el cuarto con ella. Bueno, con ella..., em..., sí con ella..., ya..., por decir algo ambiguo. 

Vamos con Fhiro. En la Atalaya estamos por hacer una apuesta con este personaje. No, no os diremos cuál, simplemente contaros que si Erya se guarda un as en la manga —y sabemos que son muchos y variados los que se guarda —, uno es Fhiro. En este tercer capítulo Erya se suelta la melena con Fhiro y nos permite conocer al cazador mucho mejor y en muchas más facetas que en las anteriores novelas. Se vuelve aún más tridimensional si cabe y es imposible no empatizar con él, incluso sentir lástima por las cosas que le suceden. Hay toda una subtrama dedicada a Fhiro. No tiene desperdicio. Es brutal. Tiene mala leche, pero mucha mala leche.

Pero para mala leche, lo que Erya nos depara con el que, sin duda, es su personaje principal y, para nosotros, encumbrado a la categoría de personaje del año.

Hablamos, por supuesto, de:

Erehna. No os vamos a mentir, al principio creíamos que Erehna era la propia Erya. Algo muy común en los libros, hay un personaje que es más el propio escritor que un personaje en si mismo: Ian Malcolm en «Parque Jurásico» (Michael Crichton, 1989), por ejemplo. ¡Pero no! Más equivocados no podíamos estar. Erehna ha resultado ser la sorpresa del año. ¡Si alguien lo vio venir ole por esa persona! Porque la verdad es que nadie en la Atalaya imaginamos lo que Erya nos ha deparado con ella en este tercer capítulo. ¡Madre mía que mala leche se gasta nuestra escritora de fantasía favorita! (lo sentimos mucho, Laura Gallego, te adoramos pero Erya nos ha ganado el corazón, el alma y todo lo demás). Y no, no por ello penséis que somos parciales con sus novelas, para nada.  Erehna en este tercer capítulo se crece. Sí, se crece hasta niveles estratosféricos y alcanza una dimensión nunca antes vista. ¿Sabéis cuando un personaje gusta pero pensáis que es de una manera y demás? Vale, olvidaos con Erehna, porque hasta que no leáis este capítulo no tendréis ni pajolera idea. ¡Vaya que no! Así que, por favor, si alguien lo lee antes que vosotros que ni se le ocurra haceros spoilers. ¡Sería una cabronada! ¡Una auténtica gochada!

¡Ufff! ¡Vaya final de saga nos espera!

Los escenarios, como siempre, están ricos en detalles dentro de lo que este tipo de narración pide. No son cansinos, sirven perfectamente para enmarcar las escenas e impide que el lector se pierda y siempre sepa dónde se encuentra en cada momento. Pero es que, en este capítulo además, se convierten en personajes en si mismos, aportando a la historia mucho más que simples decorados bonitos (y no tan bonitos. Agh...). 

Los malos de esta entrega, como en los anteriores, son perfectos en su cometido. Pero no os vamos a hablar de ellos. Ah, ah. Esta vez no. ¿Destacar a alguno? Imposible. No sin spoilers. Sabemos que esperáis que os hablemos del dioscuro de este capítulo, peeeeero..., no. Nos lo reservamos. Solo diremos una cosa: ¡¡¡Mola cantidad!!!

Por cierto, el título y la portada no son alegóricos.







Opinión personal


Este apartado siempre nos causa problemas. En la reseña ya hemos dado opiniones personales y como ya mencionamos queremos ser lo más imparciales posibles. Por eso, esta opinión personal va a ir más allá del simple «nos ha encantado». Es un tercer acto casi perfecto. Sí, casi. Porque adolece de un gran problema. Sí, este tercer capitulo tiene un error garrafal enorme, algo que creemos, Erya no se ha dado cuenta, pero está ahí y cuando la lees te acabas dando cuenta: ¿De qué han servido los dos capítulos anteriores?

(Os levantamos un dedo índice)

Ah, ah. No corráis, no decimos que sobren, os decimos que tal y como se narran ciertos pasajes de la trama principal de la saga en este capítulo, hemos tenido la sensación de que los dos anteriores eran innecesarios en realidad. Sí, han estado genial y como inicio de saga y segundo capítulo son brutales. Bien llevados, bien construidos pero..., en este..., lo anterior se antoja relleno. Claro, no hemos leído el cuarto (el mes que viene cae), así que sin leerlo esperaremos al tirón de orejas a Erya, pero ahora mismo nos apetece darle un buen pescozón. Aunque, ¿qué nos tendrá preparado? También, leído lo leído, podemos esperar cualquier cosa pues esta chica es casi impredecible. ¡Y nos encanta, demonios!

Hay una escena en la que esperábamos leer una cosa. Sucede algo, y algo chungo ¿vale?, pero cuando parece que va a ocurrir algo en relación a lo que estaba pasando..., ¡plash! Cambiamos de tercio y de personajes y cuando volvemos a los anteriores ¡la escena ya acabó y nos la cuenta un personaje! ¡No! ¡Que no! ¡Que nos da igual! ¡Esas cosas se cuentan leñe! Que el libro tiene 90 páginas, ¡perfecto! Pero no nos hagas esto..., que nos dejaste chof. Pero chof. Fue un bajón, de verdad. Un bajón.

Para entendernos, leedlos. Que sí, que os lo decimos siempre: ¡leedlos, leñe! Que no hacemos spoilers. Bueno, nosotros no: ¡La portada es un spoiler como una casa! ¡Eso sí lleva tirón de orejas y pescozón! ¿En qué pensaban? No, en serio, ¿quién fue el genio o la genio? Os lo decimos en la Atalaya que hacemos portadas para libros..., ¡no se hacen spoilers en ellas jamás! Y menos en esta..., ¡qué pecado! Traumatizaditos nos ha dejado.

Para terminar, magnífico tercer capítulo, con muy pero que muy mala leche y también muy gamberro. Atentos a ciertos pasajes en cierta ciudad que no tiene desperdicio.

¡Nos vemos en la siguiente!

¡Leed mucho!


Valoración


(Adivinad que íbamos a poner aquí..., ¿qué nos falta?^^)

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