Buscar este blog

sábado, 19 de octubre de 2019

La Espada de la Dioscura

¡Hola de nuevo a todos! Hoy, presentamos:



¡Sí! ¡Ya la tenemos aquí! ¡La última entrega, el último viaje, el final de esta epopeya, de esta trepidante cuadrilogía a la que hemos tenido el placer de darle un muerdo! ¡Y menudo mordisco! Vamos a ello.


Ficha


Autor/a: Erya
Twitter: @eryaescribe
ISBN: 978-84-949661-2-5
Tamaño: 110x180 mm.
Número de páginas: 116 páginas.


Sinópsis


Ya no hacía falta de protegerse de ningún mal. El mal era ella.

«Yo soy la dioscura del sur. Fui rechazada, apartada del torno que me corresponde por derecho. Pero ahora Arcadia vuelve a ser mía.

Creyeron que unas runas y un pergamino serían suficientes para mantenerme a raya. Se equivocaron. Dentro de poco, todo Anbes se inclinaría ante mí.

Una parte de mí morirá cuando cumpla mi destino. Llevo toda la vida preparándome para este momento. Y espero que ella también».


Reseña


¡¡Uff!! Menuda sinopsis que nos clavan desde la editorial para esta cuarta, y última, parte. Con algo así solo podemos empezar por la propia portada.

Como siempre, una ilustración brutal de Ico Lizhen que representa perfectamente qué nos vamos a encontrar en la novela. Y no, no es que estemos siendo sarcásticos, es que es perfecta.

Perfecta para hacerte un spoiler brutal. ¿A quién se le ocurre? ¿Es que no había otra forma de representar la espadita de marras? A ver, salvo que hayas leído los tres anteriores te va a chafar una parte muy importante de la historia. Aunque, eso sí, no te darás cuenta del todo hasta que la hayas leído —pero a poco que seas medio espabilado lo captarás —. En ese sentido medio libra. Pero joe..., mira que no había opciones. Eso sí, como decíamos la ilustración es fantástica. A nosotros nos encanta. Otra cosa, no es el mayor spoiler que te pueden hacer en la historia. Hay otros que aquí no os vamos a soltar porque sería, y perdonad la expresión, una soberana putada.

El universo de Anbes alcanza su máximo esplendor en esta cuarta parte. Una vez más tenemos unos bellísimos entornos, ricamente adornados pero sin saturar, con esa habilidad que caracteriza a Erya. En todo momento puedes sentirte en los diferentes parajes. Puedes notar el viento y la arena bajo tus pies. Tal es el grado en que atrapa la historia.

Y es que si algo merece una especial atención es la historia que nos narra la autora en esta cuarta parte. Hay varios pasajes que, claramente, se ha estado guardando las anteriores entregas y que no nos han dejado indiferentes. Aquí hay material, queridos amigos y amigas, pero material del bueno. Hay madera y mucha, mucha pero que mucha caña. 

Erya ha sacado la artillería pesada y lo ha hecho en ciento dieciséis páginas que no te sueltan ni un instante. Es que no hay paja, no tiene tiempo ni ganas para ella y va al meollo y de qué manera. Podría haber optado por la parte fácil, la sencilla y punto. Pero no, esto no es fácil ni sencillo y es todo un ejercicio de maestría literaria que sobrecoge y emociona a partes iguales.

Ya sabéis que en todas las anteriores reseñas hemos hablado de los personajes y me gustaría que esta siguiese la misma tónica pero, si en las anteriores ya se centraba en ellos, en esta son la propia historia por lo que hablaros de ellos como nos gustaría sería haceros unos spoilers indirectos que no nos perdonaríais seguro.

Por lo que pasaremos por encima.

Existe siempre un conflicto entre los personajes y los autores con el que lidiamos cada vez que nos ponemos a escribir. Ese conflicto suele ser decidir sus acciones, su línea de acción, su trasfondo y su desarrollo a lo largo del relato y, por regla general, ese desarrollo muta, va transformándose desde la idea inicial hasta la final. Esto es algo normal, por muy preparado que tengas los personajes estos siempre «sacan los pies del tiesto», por así decirlo, y toman conciencia propia.

Justamente esto es lo que ocurre con los personajes en «La Espada de la Dioscura».

Todos estaban perfectamente perfilados en las anteriores entregas, incluso el lector podría imaginarse que harían en tal o cual situación pues su construcción era perfecta. 

Menuda bofetada que hemos recibido en La Atalaya al enfrentarnos de nuevo a Erehna, a Fhiro, a Cudrinn, a Oione o a Dedkare. Y, ¿sabéis qué? Estamos encantados de que nos haya pegado esa bofetada. 

Aquí, en la Atalaya, adoramos a Dedk lo sabéis pero en esta cuarta parte no es que lo adoremos, es que nos ha hecho sufrir con él y lo ha hecho de un modo que no nos merecíamos y quizá, quizá, de haber tenido más espacio, habría podido indagar más en el personaje, escarbar más. Porque lo pedía, vaya si lo pedía. No os diremos más, deberéis leerla para saber a qué nos estamos refiriendo pero agarraos, porque vienen curvas.

Y esas curvas vienen con diferentes nombres y uno de esos es Cudrinn. ¡Qué engañados nos tenía a todos el chaval! Es mucho más de lo que parece ser. Sí, señor. Una verdadera joya en bruto. ¿Que si queremos aún darle dos bofetadas? No. Ya no. Bofetadas no, precisamente. Ojo a Cudrinn que tiene mucho que contarnos. 

Fhiro y ....., vaya dos personajes. No pongo el segundo nombre para evitar spoilers. Al escribir esto estamos tragando saliva. Porque, no cabe duda, de que dos de los grandes héroes de esta cuarta parte son ellos dos (por no decir que son los verdaderos protagonistas porque le roban la tarta a Erhena en varios pasajes). Existe una conexión mágica con ellos y el lector. Muy mágica.

Y hablando de magia.

Oione. Es nuestra doncella especial. Queremos una ilustración suya sí o sí para poner en nuestra pared pues se merece un lugar especial. Si Fhiro roba el pastel en muchas escenas a Erehna, Oione roba directamente la fiesta entera. No os perdáis el papel de Oione en esta cuarta parte porque no tiene desperdicio. 

Erehna —no, no nos olvidamos de personajes, es que no queremos mentarlos —, nuestra GRAN protagonista. Nuestra GRAN sorpresa. ¿Queréis saber cómo es el papel de esta inusual bibliotecaria? Es Gandalf. Es Dumbledore. Es Saeltiel. Es la HISTORIA. Cada vez que Erehna aparecía en el relato agarrábamos con más fuerza el libro. Seguimos locos por ella pero tras leerlo mucho más. La portada, como os decíamos al comienzo de la entrada, es todo un spoiler y lo es por lo que esconde el personaje (y cómo lo esconde). Solo diremos una cosa: Nos asusta.

No diremos más.

No hay villanos en esta cuarta entrega. ¿Dioscuro? Oh sí, claro que lo hay y, joder, es aterrador. Nos asusta y nos maravilla a partes iguales. Los anteriores son nada. En serio, nada. Son tres niños traviesos esperando a que papá y mamá lleguen a ponerlos en su sitio con dos bofetadas en comparación. La dioscura del sur es el verdadero monstruo. ¿Y sabéis qué? Siempre ha estado con nosotros.

Pocas veces el final de un relato nos ha emocionado como este lo ha hecho. Todo lo anterior merece la pena.

Preparaos para un final épico, pues tiene épica y no es una épica boba o falta de espíritu. Es que es épica desde la página uno hasta la página ciento dieciséis.





Opinión personal



¿No la hemos dado ya para evitar spoilers? Estamos ante el broche final de una aventura epopéyica digna de los grandes maestros. No exageramos al decir que nos la hemos leído en dos días y no porque no quisiéramos leer  si no porque las responsabilidades diarias nos mantuvieron alejados de sus páginas pero en cuanto podíamos le echábamos mano. 

Tenemos las uñas comidas (literalmente en el caso de mi compañera) por la tensión que nos iba metiendo línea tras línea. Esta historia es magia en estado puro y, a la vez, aventura épica fantástica bien medida y desarrollada. Y queremos más, queremos mucho más. Y se ha acabado y, aunque satisfechos y empachados, queremos repetir y volveremos a sus páginas. Porque es para tenerlo todo junto.

Sí que tenemos que decir que algunas cosas podrían haber sido mejores, pero sabemos que es debido a su extensión y no querer pasarse demasiado en páginas qué, de haber podido, no habríamos puesto pegas.

Existe un pasaje, al poco de comenzar el libro, que cuando ocurre dices «esto quiero verlo» y no se ve. Es para no aumentar la extensión del relato y, la verdad, no queda nada mal así. Pero somos tan ansias que queremos verlo todo. Saberlo todo.

Somos así. Culpa nuestra.

Creo que ha quedado claro que nos encanta por lo que no tenemos nada más que añadir en opinión personal. Bueno sí, pero sería spoiler.

¡Leed mucho!




Valoración


(Y sí, no hay mapa. Pero esta vez no nos hace falta).