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miércoles, 25 de septiembre de 2019

El Espejo de la Verdad

¡Hola a todos otra vez! Hoy, presentamos:



Ficha


Autor/a: Erya
Twitter: @eryaescribe
ISBN: 978-84-9477117-2-9
Tamaño: 110x180 mm.
Número de páginas: 84 páginas.

Sinópsis


Nadie puede escapar de las revelaciones del espejo de la verdad.

«Yo soy la dioscura del este. El fuego del sol hace arder la sangre en mis venas, pero la plata de las lunas sabe hacer brillar toda mi bondad.

Los rumores dicen que mi hermana ha muerto, y el grupo de locos que los inútiles de mis hermanos dejaron escapar se ha dividido. ¿Quienes son? ¿Sus asesinos? Si creen que yo seré la siguiente, ya pueden prepararse.

Oigo doce campanadas en la lejanía... ¡Hola, noble extranjero! ¿Quieres visitar el reino de Ireen? El Espejo de la Verdad aguarda para revelarte los secretos más profundos. Asómate».

Reseña


¡Tercer capítulo de «Dioscuros»! ¡Y vaya tercer capítulo! Bufff. ¡Subimos de nivel chavales! Y a un nivel que no nos esperábamos en absoluto. La historia continúa dónde lo dejamos en el libro anterior. Poco a poco nos va contando lo que cada uno de los personajes va viviendo en su propio periplo. Una vez más, y con una maestría que únicamente Erya es capaz de transmitir, nos va profundizando en los héroes de su historia mientras nos suelta zarcillos y nos va dejando con más hype para la siguiente. ¡Porque deja hype y muuuucho!

Volvemos a vérnoslas con Cudrinn y su insoportable forma de ser. Entendedme, por insoportable quiero decir insoportable no otra cosa, no vayáis a pensar que estoy con dobles sentidos. No. En esta historia tiene momentos que son realmente para hacérselos mirar. No, en serio. Se supone que este tío tiene peso en la trama, ¿vale? Joder, a veces preferiríamos a Steve Urkel. Sabéis que no hacemos spoilers..., así que ser más explícitos nos es imposible. Confiar en nosotros. Que Dedkare lo soporte es algo que se nos antoja difícil de tragar. Atentos a cierto pasaje en una arboleda, que no tiene desperdicio. Y sin embargo...

Y ya que hablamos de Dedk..., vamos con él. ¡Adoramos a Dedkare! En serio, lo amamos con todo nuestro corazón. Es un personaje tan, tan, tan bueno que en este capítulo sube de nivel. Pero está con Cud y ambos forman un dúo que cuesta creer que vayan juntos. Mientras que Dedk es aguerrido, decidido, simpático a su manera y capaz de tomar decisiones en momentos difíciles, Cud es todo lo contrario. ¿Por qué Erya los puso juntos? ¿Dos caras de una misma moneda? Nosotros nos hacemos una idea, pero vosotros deberéis leerlo. Y la verdad, no sabemos a qué narices esperáis. Pero creernos también cuando os decimos que vais a sorprenderos, y mucho, con Dedk en este capítulo mas no es con el único personaje. 

Oione es..., ¡joder con la niña! ¡Oione en este capítulo es una caja de sorpresas! Sale poco, es verdad aunque creíamos que le daría más protagonismo al final no tuvo tanto como parecía en un principio. Hay un pasaje en particular que no debéis perderos. Bueno, dos. Porque esta cría es mucha cría y, sin duda, Erya nos guarda una sorpresa para el cuarto con ella. Bueno, con ella..., em..., sí con ella..., ya..., por decir algo ambiguo. 

Vamos con Fhiro. En la Atalaya estamos por hacer una apuesta con este personaje. No, no os diremos cuál, simplemente contaros que si Erya se guarda un as en la manga —y sabemos que son muchos y variados los que se guarda —, uno es Fhiro. En este tercer capítulo Erya se suelta la melena con Fhiro y nos permite conocer al cazador mucho mejor y en muchas más facetas que en las anteriores novelas. Se vuelve aún más tridimensional si cabe y es imposible no empatizar con él, incluso sentir lástima por las cosas que le suceden. Hay toda una subtrama dedicada a Fhiro. No tiene desperdicio. Es brutal. Tiene mala leche, pero mucha mala leche.

Pero para mala leche, lo que Erya nos depara con el que, sin duda, es su personaje principal y, para nosotros, encumbrado a la categoría de personaje del año.

Hablamos, por supuesto, de:

Erehna. No os vamos a mentir, al principio creíamos que Erehna era la propia Erya. Algo muy común en los libros, hay un personaje que es más el propio escritor que un personaje en si mismo: Ian Malcolm en «Parque Jurásico» (Michael Crichton, 1989), por ejemplo. ¡Pero no! Más equivocados no podíamos estar. Erehna ha resultado ser la sorpresa del año. ¡Si alguien lo vio venir ole por esa persona! Porque la verdad es que nadie en la Atalaya imaginamos lo que Erya nos ha deparado con ella en este tercer capítulo. ¡Madre mía que mala leche se gasta nuestra escritora de fantasía favorita! (lo sentimos mucho, Laura Gallego, te adoramos pero Erya nos ha ganado el corazón, el alma y todo lo demás). Y no, no por ello penséis que somos parciales con sus novelas, para nada.  Erehna en este tercer capítulo se crece. Sí, se crece hasta niveles estratosféricos y alcanza una dimensión nunca antes vista. ¿Sabéis cuando un personaje gusta pero pensáis que es de una manera y demás? Vale, olvidaos con Erehna, porque hasta que no leáis este capítulo no tendréis ni pajolera idea. ¡Vaya que no! Así que, por favor, si alguien lo lee antes que vosotros que ni se le ocurra haceros spoilers. ¡Sería una cabronada! ¡Una auténtica gochada!

¡Ufff! ¡Vaya final de saga nos espera!

Los escenarios, como siempre, están ricos en detalles dentro de lo que este tipo de narración pide. No son cansinos, sirven perfectamente para enmarcar las escenas e impide que el lector se pierda y siempre sepa dónde se encuentra en cada momento. Pero es que, en este capítulo además, se convierten en personajes en si mismos, aportando a la historia mucho más que simples decorados bonitos (y no tan bonitos. Agh...). 

Los malos de esta entrega, como en los anteriores, son perfectos en su cometido. Pero no os vamos a hablar de ellos. Ah, ah. Esta vez no. ¿Destacar a alguno? Imposible. No sin spoilers. Sabemos que esperáis que os hablemos del dioscuro de este capítulo, peeeeero..., no. Nos lo reservamos. Solo diremos una cosa: ¡¡¡Mola cantidad!!!

Por cierto, el título y la portada no son alegóricos.







Opinión personal


Este apartado siempre nos causa problemas. En la reseña ya hemos dado opiniones personales y como ya mencionamos queremos ser lo más imparciales posibles. Por eso, esta opinión personal va a ir más allá del simple «nos ha encantado». Es un tercer acto casi perfecto. Sí, casi. Porque adolece de un gran problema. Sí, este tercer capitulo tiene un error garrafal enorme, algo que creemos, Erya no se ha dado cuenta, pero está ahí y cuando la lees te acabas dando cuenta: ¿De qué han servido los dos capítulos anteriores?

(Os levantamos un dedo índice)

Ah, ah. No corráis, no decimos que sobren, os decimos que tal y como se narran ciertos pasajes de la trama principal de la saga en este capítulo, hemos tenido la sensación de que los dos anteriores eran innecesarios en realidad. Sí, han estado genial y como inicio de saga y segundo capítulo son brutales. Bien llevados, bien construidos pero..., en este..., lo anterior se antoja relleno. Claro, no hemos leído el cuarto (el mes que viene cae), así que sin leerlo esperaremos al tirón de orejas a Erya, pero ahora mismo nos apetece darle un buen pescozón. Aunque, ¿qué nos tendrá preparado? También, leído lo leído, podemos esperar cualquier cosa pues esta chica es casi impredecible. ¡Y nos encanta, demonios!

Hay una escena en la que esperábamos leer una cosa. Sucede algo, y algo chungo ¿vale?, pero cuando parece que va a ocurrir algo en relación a lo que estaba pasando..., ¡plash! Cambiamos de tercio y de personajes y cuando volvemos a los anteriores ¡la escena ya acabó y nos la cuenta un personaje! ¡No! ¡Que no! ¡Que nos da igual! ¡Esas cosas se cuentan leñe! Que el libro tiene 90 páginas, ¡perfecto! Pero no nos hagas esto..., que nos dejaste chof. Pero chof. Fue un bajón, de verdad. Un bajón.

Para entendernos, leedlos. Que sí, que os lo decimos siempre: ¡leedlos, leñe! Que no hacemos spoilers. Bueno, nosotros no: ¡La portada es un spoiler como una casa! ¡Eso sí lleva tirón de orejas y pescozón! ¿En qué pensaban? No, en serio, ¿quién fue el genio o la genio? Os lo decimos en la Atalaya que hacemos portadas para libros..., ¡no se hacen spoilers en ellas jamás! Y menos en esta..., ¡qué pecado! Traumatizaditos nos ha dejado.

Para terminar, magnífico tercer capítulo, con muy pero que muy mala leche y también muy gamberro. Atentos a ciertos pasajes en cierta ciudad que no tiene desperdicio.

¡Nos vemos en la siguiente!

¡Leed mucho!


Valoración


(Adivinad que íbamos a poner aquí..., ¿qué nos falta?^^)

jueves, 19 de septiembre de 2019

Fernweh significa «dolor por lo lejano»

¡Saludos de nuevo! Hoy, presentamos:



Ficha


Autor/a: Varios
ISBN: Nuestra copia no tiene.
Tamaño: 134x204 mm.
Número de páginas: 174 páginas.


Sinópsis


Esta antología de ciencia ficción, fantasía y terror gira en torno a la palabra «fernweh», que en alemán significa «dolor por lo lejano». Esta expresión representa la nostalgia por querer descubrir el mundo, por salir de nuestra zona de confort. Y es esa exploración del universo la que queremos transmitir con los doce relatos seleccionados.

En Fernweh: rumbo a lo desconocido viajaremos a La Palma, el Cantábrico y varios pueblos de la sierra; a versiones posapocalípticas de la Tierra, ya sea por un invierno nuclear o por su desertización, y conoceremos otros planetas, algunos helados y hostiles y otros en los que cada gota de agua será la diferencia entre vivir y morir.

Estas aventuras son obra de los siguientes autores: Leticia Goimil, Laura Alonso Ameyugp, María Elena Carpio, Sara Mascaraque, Lucybell Haner, Iván Mayayo Martínez, Raquel Arbeteta García, Alfred Almasy, Cristina Ogando, Marina Tena Tena, Rafael Díaz Gaztelu y Rubén Rodríguez Risquez.

Prólogo y epílogo de Javier Miró.

Reseña


Estamos hablando de una antología con doce relatos, aparentemente, no relacionados entre si. Cada uno de ellos se engloba en su propia categoría climática; tenemos así unos relatos ambientados en un clima frío, otros en clima templado y por último en clima cálido.

Al tratarse de tantos relatos, tenemos una amalgama de personajes muy variada por lo que en esta reseña no vamos a hablar de ellos. No obstante, encontramos que están muy bien construidos en reglas generales.

Tenemos diferentes formas de enfoque en cada uno de los relatos. Así, en un momento dado estamos leyendo en primera persona, en tercera ¡e incluso en segunda! Sí, habéis leído bien, segunda persona. Esto significa que el narrador le habla directamente al lector y es el lector el «protagonista» de la historia. Os pongo un ejemplo, en lugar de decir «Decidí subirme a la noria» o «decidió subirse a la noria», la autora pone «decidiste subirte a la noria». Del mismo modo que os hablaría un Director de Juego en cualquier juego de rol. Reconocemos que es la primera vez que leemos un relato bajo esta característica y que nos ha resultado..., perturbador. Al no estar acostumbrados a este tipo de lectura era de esperar, supongo. Además, el relato de por si ya es muy tenebroso.

Y es que en esta antología tenemos, sobre todo, relatos de sci/fi más que de fantasía pura y dura, aunque los haya. Todos y cada uno de ellos giran en torno a una idea concreta, cada cual la suya: supervivencia, autosuperación, la búsqueda de la esperanza, la redención, el sacrificio... Y aunque, en su estilo, cada una cumple de un modo u otro su cometido, se tienen entre si una tensión que no queda clara en un principio.

Obviamente, el centro vehícular de las historias es el clima en el que transcurren. Así, las historias en clima helado suelen transcurrir en entornos helados o muy, muy fríos, los templados en junglas o selvas y los cálidos en desiertos. Estas historias tiene su propia mitología pues nos trasladan a lugares extraños, con gente extraña incluso en otros planetas o mundos. Historias terrestres también son contadas, en los tres climas, y estas son curiosas tanto en cuanto tocan temas postapocalípticos. Este punto también es un centro común a todas, ya bien se haya producido ese apocalípsis como si son los propios protagonistas quienes viven su propia extinción.

Como ya mencionamos, giran en torno al clima y con el género de la ciencia ficción como bandera, pero eso no impide que haya cabida para otros géneros, aquí abocados a subgéneros, como son el terror, la intriga, el suspense, la aventura... Estos subgéneros aderezan el entorno común dentro de esa sección del recopilatorio. Por tanto, la parte cálida siempre tiene al desierto y la arena como condición primordial y es donde la historia se desarrolla pasando a ser un personaje más.

Nos gustaría hacer una reseña de todas y cada una de las historias, pero eso haría esta entrada demasiado larga.

¿Cómo están construidas las historias? Pues al ser cada una de un autor diferente es imposible no encontrarse ante un mar de puntos de vista cada cual más propio y personal. Sin entrar en spoilers, cabe destacar en este punto la historia de la orco o de la familia embarcada en una nave biomecánica en hibernación para buscar una nueva Tierra. En una nos hablan de la redención y de la lucha por hacer lo que se considera correcto, al margen de normas sociales (de clan en este caso) e ir más allá del odio y la otra nos habla, sin medias tintas, de la importancia de la familia, de permanecer con los tuyos y de luchar por ellos mientras luchas por mantenerlos a salvo y rescatarlos del peligro inmediato que se avecina. Ambas historias, como otras en el libro, ahondan en preguntas tales como: ¿hasta dónde estás dispuesto a llegar? ¿qué harías, o no harías, ante tal o cual situación? Ahondan, pues, en el alma humana y lo hacen sin tapujos y sin medias tintas la mayor parte de las veces. Es imposible no olvidarse que ahondan, también, en lo más oscuro del ser humano, quitando la venda de ese monstruo que acecha dentro de cada uno.

Antes de cada una de las historias se ofrece al lector un pequeño biopic del autor o autora del relato que va a continuación, dando más visibilidad a cada uno de los autores participantes.





Opinión personal


No todos los relatos fueron muy de nuestro gusto, algo esperable, pues al ser tantos y variados siempre hay alguno que gusta más que otros. En términos generales aprueba, aunque tiene ciertos relatos que encontramos flojos y, unos pocos, sobresalientes. En este término el relato final, con el que el libro cierra. No haremos spoilers, pero ese relato te deja con ganas de saber más, de querer conocer qué ocurre luego y, a este servidor que escribe, le despertó más interés que, por ejemplo, el relato contado en segunda persona.

La idea de usar como medio vehicular el clima nos ha resultado estupenda. Es obvio que es lo que nos llamó la atención, pero achacamos un problema a la hora de usar el clima cálido, pues todos y cada uno de ellos, transcurren en desiertos de un tipo u otro. ¿Es que un clima cálido significa desierto obligatoriamente? España es de clima cálido y no todo es desierto. Así, el clima templado, que solo cuenta con dos historias, se nos antojó cojo por esta misma razón: necesitaba una historia más.

Sobre el nivel de escritura, pues es difícil dar una valoración. Muchos de los autores son noveles y eso siempre pasa algo de factura, se quiera o no. Por esta razón, no entendemos como algunos relatos, redactados por autores que han ganado concursos literarios, les falte chicha. Algunos son muy ambiciosos y otros, parece, que las ideas iban y venían a medida que se iba escribiendo sin tener un camino claro sobre dónde se partía y a dónde se quería llegar.

Esto nos lleva al último relato, el que cierra el libro y da coherencia al resto de historias independientes. Hemos tenido la sensación de que se colocó ahí en último lugar, como una idea de última hora más que algo planeado con anterioridad —situación que probablemente fuera así y esto no sea más que una sensación nuestra—, dejándonos con la cosa de que ahí es dónde estaba la historia y que debería haber empezado con ese arco argumental para luego meter todas y cada una de las historias, en lugar de dejarlo para el final y, además, con un final tan abierto. Es que, ¡ahí, ahí tenían el libro!

Para terminar, una serie de relatos entretenidos en su mayoría cuyo sentido no se encuentra hasta el final, y el final, es como un coitus interruptus dejándote con ganas de más.

¡Hasta la próxima reseña!

¡Seguid leyendo!


Valoración





martes, 17 de septiembre de 2019

El fénix de hielo

¡Bienvenidos una vez más a la Atalaya! Hoy, presentamos:


Ficha


Autor/a: Erya
Twitter: @eryaescribe
ISBN: 978-84-9477117-2-9
Tamaño: 110x180 mm.
Número de páginas: 87 páginas.


Sinópsis


Dicen que nada puede escapar de la guardiana. Es más rápida que el viento, más fuerte que un gigante, más fría que el corazón de un dioscuro.
«Yo soy el dioscuro del norte. Yo gobierno la ciudad de Ahtti y todo lo que la rodea, y nadie me va a arrebatar el poder.
Mi hermano ya me ha advertido sobre un grupo de incautos que se acerca a mis dominios con intenciones perversas, pero estoy preparado para ellos. La guardiana de Ahtti nunca me ha fallado. Tampoco lo hará esta vez. Ella los detendrá.
Y si tienen la fortuna de llegar hasta mí, mejor... Tengo una sorpresa para ellos».


Reseña


¡Estamos de vuelta en el mundo de Erya! De vuelta en sus misterios, sus personajes y sus paisajes. De vuelta a ese viaje que nuestros héroes emprendieron para descubrir el significado de las runas del mapa. 

Os avisamos desde ya, si no has leído «El pergamino de la reina», no sigas leyendo. ¡Que no, que no leas narices! En serio, no lo hagas..., que no..., lee la otra primero..., vale, avisado estás.

Este segundo tomo, segundo capítulo me atrevería a decir, se centra mucho más en las relaciones entre los personajes. 

Tenemos a una Erehna mucho más interesante, su personaje gana personalidad y protagonismo en esta parte. No quiero extenderme demasiado con ella pues tendría que destripar cosas del argumento, solo diré, que me encantó el modo en que Erya la trató y la construyó. Imposible no quererla.

Dedk es otro personaje que ha ganado muchos enteros en esta aventura. El personaje pega un giro muy interesante, que obviamente no diré, pero que a nadie puede dejar indiferente (y si te deja indiferente, de verdad, vuelve a leerlo porque no has cogido todo el fondo del asunto. No en serio, reléelo). Mi opinión sobre él ha cambiado radicalmente, dos veces. Si para bien o para mal es algo que cada uno de vosotros debe decidir. 

Oione, la pequeñaja que acompaña al resto del elenco por las tierras del continente de Anbes. En esta historia se mantiene casi en la oscuridad. Me hubiese gustado saber más cosas de ella y ahondar pero lo hace muy superficialmente, solo soltando zarcillos pero están ahí y la razón, estoy seguro, será revelada más adelante. Sigue hablando sola pero empiezo a pensar que..., en fin, Oione es muy agradable, a veces adorable y otras..., otras... A ver, alguien debería decirle a esta niña que hay cosas que no se tocan, ¿vale? ¡Porque se ve que nadie se lo dijo y luego pasa lo que pasa!

Fhiro. Si existe un personaje que atraiga más que Fhiro es Erehna, pero con el permiso de ella vamos a dejar a Fhiro como todo un imán. Sale poco, sí, poco. Me hubiese gustado que tuviese una parte sola para él, pero eso probablemente diese mucha más información sobre el personaje de lo que se quisiera. Aceptémoslo, a Erya no le gusta deshilar demasiado sus personajes con rapidez, si no dándonos únicamente pequeñas perlas de los mismos, pero sé que ella tiene una buena cantidad de notas sobre cómo son y, lo más importante, quiénes son. Esto queda muy claro en Fhiro y en su Oerara la lince que lo acompaña. Lo que nos cuenta Erya sobre Fhiro en este segundo capítulo tiene mucho que masticar. Personalmente me ha gustado mucho en relación a cierto evento que sucede hacia el final del relato. Ahí lo dejo.

Vamos, pues, ahora con un personaje que, si recordáis la anterior reseña, nos levantó tantas antipatías como Joffrey de GoT. Sí, hablamos del rey Cudrinn (¿no avisamos de que si no habíais leído la anterior no siguierais? Ahora no queremos quejas. ¡Chsssst! ¡Que no! Que avisamos arriba y está en negrita). A este personaje nos apetecía darle dos bofetadas a mano abierta pero bien dadas. Vale, pues resulta que empieza siendo exactamente igual de pedante y gilipollas y, entonces, en un momento determinado del relato y a punto de armar el brazo para ponerle la mejilla como un tomate..., ¡va Cudrinn y hace algo totalmente inesperado para él! Juaaaaas. Para que hablen de evolución de personajes. ¡Toma jeroma! (perdonad, uno que es de los ochenta). Un aplauso aquí pues veo a Cudrinn con otros ojos ahora. ¿Y vosotros? ¿También lo haréis? Dejadnos vuestra opinión en los comentarios pero recordad ser respetuosos, ¿vale? Es gratis.

Por supuesto, en este capítulo tenemos un nuevo personaje. Nuesenya se llama (si os cuesta pronunciarlo, tranquilos, no os pasa nada en la lengua, es que sois humanos). Pues Nuesenya se presenta en seguida como un personaje misterioso (sí, en los relatos de Erya todos los personajes son opacos y nada transparentes) y aunque muchos calaréis al personaje enseguida, os aseguro, que está muy bien construido. Para mí es el Gandalf de este relato. Vale, Gandalf es decir mucho, pero creedme, poco le falta. Y no, no es una maga ni nada parecido. Se presenta como una anciana, de aspecto frágil pero enseguida se convierte en un gran activo para el equipo. 

Pasando al tema de construcción de la historia, nos revelamos ante otro relato muy bien llevado. Fluido, fácil de leer y con esa batuta que Erya esgrime cuando tiene a sus personajes construyendo la historia. Es algo que, aquí en la Atalaya, admiramos. La historia no lleva a los personajes por diferentes eventos si no que son ellos, quienes con sus decisiones y personalidades, van construyendo los diferentes eventos. Por otro lado, aquí tenemos otra «roadbook» si me permitís el término. Casi toda la historia se basa en ir del punto B al punto C haciendo mucho hincapié en los eventos que suceden durante el viaje. Gracias a eso, los personajes van creciendo y volviéndose mucho más tridimensionales. 

Tenemos antagonistas en esta aventura. Algunos totalmente secundarios pero otros principales. No puedo hablaros de ellos u os destriparía parte de la trama. Quiero hacer mención, no obstante, a uno en particular: Garrock. Atentos a este personaje que dará qué hablar. Si esperabais que el antagonista principal fuera el dioscuro del norte, me temo, que os equivocáis de medio a medio. Os hablaré, no obstante, de Garrock.

Garrock es un comerciante de Calanna, ciudad a la que hay que echar de comer a parte. Este comerciante tiene una forma muy curiosa de hacer negocios pero Erya no deja pasar la oportunidad de lanzarnos un mensaje muy claro con él. Es rudo, terco, peligroso como no podéis imaginar y, lo que lo hace más peligroso si cabe, es que es astuto. No es el clásico antagonista que está ahí para que los héroes le despachen en combate singular, no. Está por otras razones. ¿Qué razones? Ah, buena pregunta.

Como ya sabéis, no hacemos spoilers y en esta historia hay muchos, por lo que no puedo contaros más sin revelar detalles de la trama. Hacerlo sería un crimen y quiero conservar mis brazos.  Hablando de brazos, no os perdáis el homenaje que Erya se marca al clásico Aladdin (la de animación). Encantador.

No tendremos muchas escenas de acción en esta aventura y, las pocas que hay, me resultaron insignificantes. No hace avanzar la historia metiendo escenas de acción pero «El fénix de hielo» no las necesita. Hay mucho que contar y poco tiempo para andar sacando la espada, aunque no por ello no tengamos alguna que otra dosis, pero ya os digo, no esperéis combates épicos esta vez. No los hay. 





Opinión personal


¿Sabéis esa sensación que os queda al final de una temporada de una serie televisiva que os gusta mucho pero os deja con un hype enorme? ¿Que solo podéis soltar un ¡la madre que los parió!? Pues así nos quedamos en la Atalaya. ¡La madre que parió a Erya! En el primer libro ya había dejado claro que era una maestra en el arte de dejar con la miel en los labios al lector y hacerle desear más, pero jolín, aquí sube aún más de nivel.

No es necesario decir que esta nueva entrega nos ha enganchado tanto, o más, que la otra y encima no nos ha defraudado nada. Quiero mencionar que también da para debates la historia. Me imagino en un bar, alrededor de unas bebidas fías, tortilla de patata (¿qué pasa? Me gusta la tortilla de patata) mientras se debaten pasajes y decisiones de los personajes. Sí, ¡una historia de ochenta y siete páginas da para un buen rato de discusiones frikis! Si eso no os hace sacar una sonrisa quizá deberíais volver a Crepúsculo (es broma, leed lo que queráis. ¬¬).

Y hasta aquí esta entrada.

¡Leed mucho!

Valoración

(Y seguimos sin mapa)




martes, 3 de septiembre de 2019

Dioscuros - El pergamino de la Reina

¡Bienvenidos otro día más a la Atalaya! Hoy, presentamos:





Ficha


Autor/a: Erya
Twitter: @eryaescribe
ISBN: 978-84-9477117-2-9
Tamaño: 110x180 mm.
Número de páginas: 85 páginas.



Sinópsis



Un pergamino secreto parece contener la respuesta a todas sus preguntas, pero la´única forma de descifrarlo es acudir a los mismos dioscuros
«Yo soy el dioscuro del oeste. Yo domino todo el reino de Svilda y castigo a quien osa rebelarse contra mí, aunque a veces puedo ser magnánimo.
¿Quiénes son estos que buscan descifrar las runas del pergamino? Una bibliotecaria en busca de venganza, un borracho con una historia heroica, un rey destronado, una doncella que habla sola y un cazador con una pata de palo. La muerte de su reina les ha dejado indefensos. Sonrío. 
Ingenuos..., ¿de verdad creen que les ayudaré a destruir a mis hermanos?»


Reseña



Erya nos trae una historia fantástica ambientada en un universo medieval fantástico increíble. El mundo de Svilda se presenta ante el lector con esa sensación de tangibilidad tan propia de los mundos bien construidos. Desde sus primeras páginas nos mete de lleno en su universo, en sus gentes, permitiéndonos sentir que ese mundo ya estaba ahí, para ello, no se molesta en explicar al lector cómo es ni que hay detrás de todos los personajes que nos va presentando. Más bien al contrario, deja que el lector se deje llevar por sus descripciones, sus personajes y la forma que tienen de relacionarse entre ellos. Nos habla del mundo como si ya lo conociésemos y eso le permite centrarse en una aventura que, desde que empieza, no baja el ritmo ni un instante lo que hace que nos mantengamos enganchados a sus páginas hasta el final.

La ambientación es la que cabría esperar en un universo medieval fantástico pero con un giro de tuerca. Al no existir un narrador que nos hable del mundo antes de comenzar la historia, todo cuanto podemos hacer es dejarnos llevar. Sin embargo, durante todo el relato hay la sensación de que existe mucha más información de la que se ha revelado en sus páginas y uno desea saber más. Se tiene la certeza de que es un universo rico en matices y detalles. Las leves pinceladas que se van vislumbrando durante la lectura apenas sirven para abarcar la magnitud del mundo de Svilda. El cambio de paisajes y zonas es muy rico en elementos, no es difícil imaginarse una ciudad, un camino o un palacio y su interior gracias a las descripciones de Erya, quienes, no obstante, no son extensas pues se mantiene fiel a un ritmo constante que no entiende de pausas para descripciones innecesarias.

Erya nos habla de luchas de espadas, de hechicería y de traiciones y luchas internas mediante el uso de sus personajes. No hay un narrador que nos cuente qué ha pasado hasta llegar aquí por lo que son los propios protagonistas de la historia quienes, mediante unos diálogos muy bien elegidos, van soltando zarcillos de información. Así, no solo logra mantener la atención del lector si no que va sembrando el camino para futuros eventos.

Si en algo radica la fuerza del relato es en sus personajes y sus relaciones. No existe un solo personaje que no tenga su propia personalidad y que esté, además, bien definida y marcada incluso aunque sean personajes secundarios, como el tabernero, cuya aparición es breve pero hace imposible que el lector se olvide de él. 

Para poder entender cómo Erya ha construido a sus personajes y, con ellos, su historia es necesario que hagamos una analogía que, estamos seguros, muchos entenderéis; si tuviéramos un grupo de jugadores de rol jugando a cualquier juego de ambientación medieval fantástico tendríamos a los protagonistas de «El pergamino de la reina». No porque sean un grupo de caballeros de la mesa cuadrada o unos tira dados, ni mucho menos, si no por lo bien cohesionados que están. 

El primer personaje que conocemos es Erehna, es una bibliotecaria que para nada trabaja en una biblioteca al uso —y no añadiremos más para no hacer un pequeño spoiler que es muy curioso —. Será ella la que, de algún modo, impulse la creación del grupo, un grupo que es formado más por el azar y la casualidad que por la necesidad en si misma. 

El segundo personaje que Erya nos presenta se escapa de los estereotipos que podríamos esperar en este tipo de libros de aventuras (porque «dioscuros» es una historia de aventuras ante todo), huyendo completamente de esa imagen de caballero andante o pícaro de buen corazón. No. Dedkare no encaja en estos estereotipos ni por accidente. Cuando lo conocemos en el relato ni siquiera da por creer que vaya a ser partícipe de la historia.

Luego tenemos a una doncella, una niña realmente, llamada Oione que pone al lector, en más de una ocasión, de los nervios incluso nos causa escalofríos. No sabemos si tiene una amiga imaginaria, sufre de doble personalidad, se hace la loca o le han pegado muy fuerte en la cabeza y habla con fantasmas. En pocas palabras, es un martirio de personaje y, sin embargo, encaja como un guante en este grupo tan variopinto.

Cudrinn es incluso más insoportable que Oione, pero por motivos totalmente diferentes. A este personaje te dan ganas de darle dos bofetones a mano abierta y, la verdad, a Erehna y a Dedkare os aseguramos que le tienen incluso más ganas que nosotros. Es un quejica, pero no un quejica con razones, no, si no un niño llorón, consentido y, lo sabemos bien, si estuviera en la posición que añora estar sería un auténtico déspota. Vale, lo admitimos, nos cae mal. Es un capullo. Y el hecho de que nos caiga tan mal como Joffrey en GoT es porque es un personaje redondo de lo bien planteado, construido y llevado que está. 

Y este grupo lo cierra un cazador tullido llamado Fhirodall o Fhiro como le llaman sus amigos. Mi compañera, no lo niega, está enamoradita de él y a mí me tiene negro, no el personaje, ella. Pero hablemos del personaje. Este sí es algo estereotípico, pero lo es dentro de este arquetipo de personaje en aventuras fantásticas como esta. ¿Por qué? ¿Porque qué clase de cazador no lleva una mascota? Y Fhiro la lleva, vaya si la lleva: Un lince el tio. El animalico se llama Oerara y, la verdad, solo le falta hablar que, este que escribe espera, que en el resto de libros lo haga. O venga, es un mundo fantástico si hablase sería la releche (ahí lo dejo).

Y estos son nuestros protagonistas. Como veis encajan perfectamente dentro de un universo medieval fantástico y, además, en el tipo de relato que Erya nos invita a leer. Por eso, anteriormente, comentábamos el parentesco con una aventura rolera. Sabemos que la autora (la hemos preguntado, ¿vale?) ha jugado a rol en el pasado y se nota. Se nota en la construcción de la aventura, en como los, permitirnos de nuevo la comparación, encuentros se suceden y se resuelven. Otro parentesco que le sacamos es que nos ha dado la sensación de leer el capítulo piloto de una serie de televisión. En especial por el arco final de la novela y cómo termina.

En suma, un universo muy rico, bien explicado sin entrar en detalles aburridos con unos personajes que nos llevan de la mano por su mundo, tangible, cierto y real hasta el punto que cuando cierras la novela deseas volver a él.

¿Y los malos? No hemos hablado de los malos. 

Los malos en esta historia son.., bueno, son malos desde según qué punto de vista. No tenemos el típico malo al uso, es decir, el malvado hechicero/rey/guerrero/lo-que-queráis-poner-aquí. No, tenemos unos personajes, llamados dioscuros, que dominan este mundo como terratenientes pues cada dioscuro domina un punto cardinal diferente. ¿Son malvados? Bueno, ¿es un rey que intenta mantener sus tierras y a sus gentes y evitar conflictos malvado? ¿el fin justifica según qué medios? Son preguntas que la autora, a través de sus personajes (te hablamos te a ti Ded) va soltando al lector para que sea él quién decida si lo son o no.





Opinión personal

Leer una novela de fantasía medieval no siempre es un ejercicio de entretenimiento, pues el autor o autores, suele pararse mucho a explicar su mundo a los lectores y eso puede llevar a pausar mucho el ritmo narrativo. Esto no sucede en Erya y sus «dioscuros», ya no porque el número de páginas del relato sea pequeño, si no porque la propia historia está muy bien construida así. Las aventuras y desventuras de este grupo son muy entretenidas y, aun en poco espacio, Erya nos llena de detalles y matices.

A nosotros nos encanta la novela así como su desarrollo y construcción. Esta es la primera novela de un grupo de cuatro y, entre todas, sí, tendríamos un libro más grueso (que esperamos que algún día salga un recopilatorio de esas características) pero de momento el formato nos encanta. Es un libro de bolsillo de reglamento, es cómodo de llevar y más aún de leer y admite no una, si no varias relecturas porque no aburre.

Erya nos parece una escritora magistral, poder contar tanto en tan poco espacio no es fácil y hacerlo con esta soltura, elegancia y maestría..., en fin, es increíble.

El dioscuro que aparece en la novela, sale poco tiempo, pero el suficiente para dejar claro que son algo más que un personaje que tocaba que estuviese. Tiene efecto en todos y cada uno de los personajes protagonistas y, algo me dice —pues mi compañera ya leyó tres de los cuatro libros y no me suelta prenda —, que tendrá más repercusión en libros venideros. Libros cuya reseña también os traeremos.

Como sabéis, siempre buscamos alguna pega, aunque sea pequeñita, pues la perfección no existe, por lo que si tuviésemos que buscarle una pequeña pega a la historia es la siguiente: ¡no hay mapa dibujado! Y es que habría sido genial tener un mapa del mundo de Erya. Así que, desde aquí, lanzamos el guante y gritamos «¡queremos un mapa, queremos un mapa!».

Gracias a todos por llegar hasta aquí y esperamos que disfrutéis de su lectura tanto como nosotros leyéndola. 

Valoración

(Aunque le falta el mapa)